«Bisfenol A” es la sustancia detrás de las siglas BPA. Este producto químico ha sido utilizado desde los años 70 como componente endurecedor de algunos plásticos: botellas, biberones, cañerías, dispositivos médicos y revestimiento interno de latas de alimentos o refrescos. Hemos y estamos en contacto con él desde hace décadas y se calcula que más del 90% de nosotros tiene BPA en nuestro cuerpo.

Desde final de junio de 2017, han incluido el BPA en la lista de productos preocupantes debido a sus propiedades tóxicas. Y no es para menos, pues diversos estudios relacionan este compuesto con la obesidad, la diabetes, la infertilidad, el cáncer de mama o el de próstata, así como problemas cardiovasculares, neurológicos y trastornos del comportamiento. Está considerado un disruptor endocrino, eso significa que altera el equilibrio hormonal en el humano.

Más allá de estar informados, ¿qué podemos hacer para disminuir el BPA en nuestro día a día?

¿Cómo saber si un envase tiene BPA?

El código de reciclaje que indica el tipo de plástico usado para su fabricación en la parte inferior del recipiente (código de identificación de resinas) nos puede ayudar a identificar su presencia. Los que pueden contener más trazas de Bisfenol A son aquellos con los números 7, 3 y 10. Los plásticos que no contienen BPA, ftalato, ni poliestireno expandible son los que llevan los códigos de reciclaje con los números 1 (PET), 2 (PEAD), 4 (PEBD), y 5 (PP), según la Unidad Especial de Salud Ambiental. Aun así, el PET y el PP son considerados “seguros” y no liberan BPA, pero existe controversia. En cualquier caso, liberan otro tipo de sustancias plastificantes también perjudiciales para la salud.

 

disminuir el bpa

 

NO REUTILIZAR DEMASIADAS VECES LA MISMA BOTELLA

La reutilización prolongada de las botellas de plástico favorece la liberación de BPA con el tiempo. Existen alternativas a los envases plásticos, incluyendo el vidrio, la cerámica, la madera o el acero inoxidable. Todos ellos son más duraderos, reducen la generación de desechos y, por supuesto, la exposición al BPA.

También podemos optar por botellas de agua libres de BPA, que sean resistentes a golpes y caídas, ya que eso las hace más seguras. En el caso de los deportistas o para llevar al trabajo, los envases reutilizables libres de BPA resultan ser un gran complemento para la jornada.

LA TEMPERATURA Y LA ACIDEZ FAVORECE LA MIGRACIÓN DE BPA EN LOS ALIMENTOS

Evita el consumo de alimentos calentados en envases de plástico en el microondas. El calor intenso puede separar las partículas de BPA de estos contenedores y terminar en nuestro sistema digestivo. Así pues, calienta las comidas servidas en el plato o en envases de vidrio.

Del mismo modo, el pH de los alimentos (lo que denominamos acidez) también favorece la liberación de BPA de los envases plásticos que los contienen. La migración de BPA es mayor en bebidas carbonatadas y alimentos ácidos como la salsa de tomate o zumos de cítricos. Evita comprar alimentos ácidos que estén envasados con plástico, como el tomate en brick o los zumos en botellas de plástico; elige siempre los productos envasados con vidrio.

 

DISMINUYE EL USO DE LATAS

Tenemos asociado el uso de BPA con los plásticos, pero nos olvidamos de las latas. El BPA también se utiliza para revestir el interior de estos envases. La FDA recomienda abusar lo menos posible de las latas ya que el BPA puede filtrarse en el contenido de los alimentos, especialmente en el caso de los líquidos, como las sopas y las salsas.

 

NALGENE, TU BOTELLA BPA FREE, TE AYUDA A DISMINUIR EL BPA EN TU DÍA A DÍA

El BPA está bien presente en nuestro día a día, ya que la mayoría de envases y de material de cocina para el almacenaje de comida lo contienen. Es de suma importancia tomar conciencia de ello y hacer un cambio en la manera de comprar, conservar o transportar los alimentos, escogiendo siempre envases BPA free, como es el caso de las botellas Nalgene. Elige la que mejor vaya contigo para empezar a disminuir el BPA en tu entorno.