El balance hídrico en el deporte ¿Cómo funciona?

Hemos insistido en numerosas ocasiones en la importancia de la hidratación como estrategia para mejorar la salud y el rendimiento deportivo. Y es que la cantidad de agua presente en el cuerpo humano está muy vinculada a la concentración de electrolitos (sodio, potasio, etc.) que necesita el organismo para funcionar correctamente. Esta cantidad tiene que permanecer constante si no queremos correr el riesgo de deshidratarnos.

¿Cómo recuperar el balance hídrico?

A este respecto, aparece un nuevo concepto que debemos incorporar a nuestra conciencia de salud: el balance hídrico. Si este resulta deficitario, aumenta la concentración de sodio en la sangre. Se experimenta sed y se excreta una orina más concentrada, de color más oscuro y de olor más intenso.  

Si la pérdida de líquidos es superior al 5% del peso corporal, puede disminuir en un 30% la capacidad de realizar un esfuerzo. Ante un caso de deshidratación leve, la ingesta de agua de forma inmediata es la solución. Sin embargo, si se ha producido una pérdida de agua y de electrolitos más importante, es imprescindible recuperar también las sales minerales, como el sodio y el potasio. 

Evitar la deshidratación en el deporte: clave para mantener el balance hídrico

En caso de practicar un deporte, cabe tener en cuenta que, además que cuanto más duro y prolongado sea el ejercicio y mayor la temperatura corporal, también será mayor la cantidad de agua que se elimina a través de la respiración y el sudor. En estos casos, las pérdidas de líquido pueden ser muy importantes y han de recuperarse para que no afecte al rendimiento deportivo y, por supuesto, no conduzcan a la deshidratación.

En este sentido, una buena medida es comenzar el ejercicio bien hidratado e hidratarse durante los entrenamientos de duración mayor a una hora o en temperaturas altas (por encima de los 25º C) para evitar la deshidratación y el aumento de la temperatura corporal. 

 

botellas Nalgene I botellas reutilizables I Botellas sin BPA

Foto: @venturingsoul

 

Atención a los electrolitos al practicar deporte

Sin ellos es imposible el correcto funcionamiento del organismo. Sodio, potasio y magnesio son elementos imprescindibles para evitar un déficit de colágeno en el músculo, el estrechamiento de las arterias, problemas cardíacos, contracturas y rampas musculares, entre otros efectos secundarios.

Asimismo, cabe recordar que, si hace mucho calor y tomamos una gran cantidad de agua durante o después de llevar a cabo ejercicios de resistencia, pueden diluirse los líquidos del organismo y dar paso a una mayor pérdida a través de la orina. En estas situaciones, la hidratación no se mantiene y el bajo nivel de sodio ocasiona síntomas como agotamiento y calambres musculares. De ahí la razón por la que se añade sodio y carbohidratos a las bebidas de reposición, cosa que contribuye a recuperar el balance hídrico 

Nalgene: botellas de agua para el deporte

A fin de asegurar que el recipiente donde mezclamos las sales minerales sea de la máxima calidad, sin producir residuos tóxicos ni microorganismos no deseados, es imprescindible disponer de marcas de garantía como Nalgene, que usa plástico sin BPA. Además, Nalgene cuenta con un amplio espectro de botellas deportivas, pudiendo en algunas añadir cubitos de hielo (recomendado en ambientes calurosos o en caso de actividades físicas extenuantes) y así refrigerar al máximo nuestro cuerpo.